lunes, 26 de diciembre de 2011

Monitorear por la seguridad de la ciudadanía y la tranquilidad de los buenos policías

A partir de los reclamos efectuados por la comunidad como consecuencia de la muerte de Maximiliano Acosta y Juan Carlos Medina, la Fiscal de Instrucción Dra Betina Croppi propuso solicitar a las autoridades policiales que coloque una cámara de seguridad que enfoque las celdas para tener un control de lo que allí sucede. De esta manera dijo la fiscal la policía puede verificar lo que ocurre en el interior de los calabozos con los detenidos.
Esta propuesta señaló brindará mayor tranquilidad a la comunidad, a la fiscalía y a la misma policía, que de manera continua tendría la posibilidad de estar viendo el comportamiento de los detenidos. 
La instalación de una cámara enfocando a las celdas significa una importante medida preventiva, ante la posibilidad de que un  detenido intente auto agredirse, ya que permitiría observar de manera permanente al mismo. 
Esta propuesta incluso ante signos de auto agresión, depresión, etc, generadas por la situación que una persona privada de su libertad puede llegar a sufrir permitiría a través de los equipos técnicos de Tribunales o municipales brindar asistencia psicológica para superar el trance, brindando mayor protección a los derechos humanos.
Pero a la luz de los acontecimientos, en función de las sospechas planteadas por el abogado querellante en la caso Maximiliano Acosta, las denuncias públicas formuladas por ex detenidos, como así también por las denuncias que han existido ante la Fiscalía en algunas ocasiones por apremios ilegales, malos tratos, golpizas, en los que ha sido involucrado personal policial, es importante que se conozca lo que ocurre en el interior de la comisaría.
Con la finalidad de brindar transparencia, claridad y seguridad a las personas que ingresan en calidad de detenidas, es importante que la cámara no se instale solo enfocando a las celdas, sino que se instalen en la totalidad de los espacios de la sede policial como oficinas, pasillos, patios, ingreso e interior a las celdas entre otros y que puedan ser monitoreadas desde fuera de la misma a los fines que quede todo el movimiento registrado de forma tal de prevenir los malos tratos, muchas veces crueles o degradantes y de esa forma brindar mayor claridad en lo que respecta a ese tipo de denuncias que son realizadas generalmente en Tribunales.
Esto permitirá por un lado erradicar los malos tratos policiales y al mismo tiempo acabar con las falsas denuncias por apremios ilegales, ya que el sistema de monitoreo también estaría al servicio de los policías y no solo de los ciudadanos.
A partir de los hechos contra la propiedad que movilizó a gente con más poder que en las marchas pidiendo justicia por Maximiliano Acosta, para resolver la problemática entre otras cosas surgió la receta del Pentágono contra el terrorismo, que como señala la consultora de distintos organismos internacionales de derechos humanos Alda Faccio, “instalar cámaras de seguridad en pequeñas ciudades bajo el pretexto de la seguridad, es una violación a los derechos humanos, a la intimidad y la identidad de las personas, por lo que los jueces deberían actuar ante semejante atropello a la sociedad”.
Entonces si desde los sectores de decisión se plantea que la policía persiga y controle a través de cámaras de seguridad a cada ciudadano, es un derecho que la comunidad conozca lo que ocurre en el interior de la comisaría en defensa de los derechos humanos.
La Secretaria de Gobierno, a través de la Comisión de Seguridad Ciudadana debería tomar esto como una cuestión de Estado, realizando la inversión necesaria para la implementación del sistema de monitoreo por la seguridad de cada uno de nuestros jóvenes que ingresan en calidad de detenidos a la comisaría por intermedio del cuestionado Código de Faltas, aplicado de manera desigual.
Cuando existe control comunitario en la gestión institucional esta mejora de manera notable, colocar cámaras en cada rincón de la sede policial es cuidar la vida de todos los habitantes y al mismo tiempo brindar tranquilidad a los policías que actúan respetando las leyes.