miércoles, 2 de diciembre de 2015

Cambiar en defensa de derechos vulnerados sin fuegos de artificios

Los fuegos artificiales para muchos son sinónimo de fiesta y alegría, pero lamentablemente son muy perjudiciales y nocivos tanto para el medio ambiente como para la salud. Además no se debe olvidar que pueden provocar ceguera, quemaduras, así como incendios en casas, vehículos y campos. Quien dispara fuegos de artificios vulnera el derecho de otro, por lo tanto terminar este año para empezar el nuevo con un Estado municipal que cambie la legislación en defensa de los derechos de otros, es una buena manera de iniciar con cambios.

Los cohetes son mucho más que pólvora, para conseguir los distintos efectos y colores se requieren mezclas con múltiples compuestos químicos, como bario para los tonos verdes, estroncio para los rojos, sodio para los dorados, aluminio para chispas plateadas y blancas, antimonio para destellos. Entre sus ingredientes, algunos estudios llaman la atención sobre el uso común de perclorato de potasio o de amonio como oxidante, señala gente especializada y que estudia el tema, afirmando que el ruido ocasionado por el empleo de pirotecnia es nocivo para quienes realizan la quema ya que pueden provocar lesiones auditivas. El estallido puede alcanzar hasta 190 decibeles, que es más de lo que el oído adulto puede soportar. Por lo que los niños están más expuestos al daño, debido a que su sistema auditivo es más vulnerable.
La pirotecnia o fuegos artificiales pueden liberar una lluvia de toxinas al suelo, al aire y al agua, afectando al medio ambiente. Los fuegos artificiales nos resultan muy atractivos ya que son como una lluvia de estrellas, las luces de la pirotecnia pueden llenarnos de alegría y patriotismo, lamentablemente también nos llenan de partículas dañinas y aluminio. Sus colores luminosos se deben a una gran variedad de químicos tóxicos, que afectan a las personas y a los animales. Además contienen sustancias carcinógenas que se alojan en el suelo y el agua. Sin mencionar el humo y basura que dispersan.
El uso de fuegos artificiales domésticos resulta ser de gran peligro, ya que al tratarse de explosiones, podrían provocar terribles accidentes, siendo el más común, las quemaduras de alto grado. Muchas poblaciones han prohibido la venta para uso particular, siendo permitidos sólo en actos públicos en los que se cuenta con la seguridad y manipulación de expertos. 
Si tienes mascotas, seguramente conoces su reacción ante la explosión de los fuegos artificiales. Los animales silvestres también sufren los mismos trastornos; según la proximidad y la persistencia de una exhibición de pirotecnia, el estrés de algunas especies -recuerda que algunos animales tienen el oído mucho más desarrollado que los humanos- podría incluso alterar sus ciclos de reproducción.
Los fuegos artificiales son también una de las principales causas de incendios en campos, porque basta con que una mecha encendida entre en contacto con la vegetación para provocar un desastre ambiental de gran magnitud y hasta consecuencias irreversibles para la biodiversidad.
Cuando los padres no protegen a sus hijos a los que se induce a usar explosivos, en defensa de los animales que sufren graves consecuencias que a veces los lleva a la muerte, por protección de los bienes ante eventuales incendios, en defensa de los derechos de un ambiente sano, el Estado debe legislar en defensa de derechos vulnerados.
Celebrar el nacimiento del salvador, terminar e iniciar el nuevo año tirando cohetes, tiros y cañitas voladoras no es algo necesario ante las nefastas consecuencias probadas por especialistas y reflejadas cada año en lamentables noticias. En realidad la pirotecnia no tiene ningún resultado positivo, a excepción para quienes lucran con algo que genera muchos perjuicios por sus efectos para la salud y el medio ambiente.
Pensar en esta cuestión nos lleva inmediatamente a pensar que sería imposible legislar al respecto en los pocos días que quedan antes de cortar el pan dulce, pero cuando se quiere, se puede. En un año de tantas promesas de cambios frente a los requerimientos de una gran parte de la sociedad sobre el tema, los concejales y Departamento Ejecutivo deberían recoger el guante para terminar e iniciar el nuevo año con cambios en defensa de vulnerados derechos a una mejor salud y un ambiente más sano.
Fuentes: El Clima y el mundo, Ecología y Ciencia, Diversidad Ambiental, padre de un hijo autista Marcos Goldschmidt y estudios de investigación.

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