La grave crisis lechera viene reduciendo los salarios de quienes trabajan en el tambo, como consecuencia de las constantes perdidas que vienen arrastrando los pequeños y medianos productores, una gran cantidad de puestos de trabajo se encuentran en peligro. Este desalentador panorama proyecta para nuestras poblaciones una fuerte crisis social en la que las comunidades silenciosamente se están dejando arrastrar.