Morteros fue una de las primeras
poblaciones que la represión desde el Estado le arrancó a dos de sus hijos. Fue
a principios de la década del setenta en la masacre de Trelew y en una
ejecución en Córdoba. A partir de la dictadura cívica – militar- eclesiástica
se sucedieron los muertos, desaparecidos, exiliados y presos paridos por esta
ciudad que intenta borrar el pasado, ignorando su historia, ocultando a los
militantes sociales. Ocurrió durante 38 años y se volvió a repetir este 24 de
marzo en el acto organizado por el gobierno municipal al cumplirse 41 años de
las más aberrantes prácticas de un estado opresor, sanguinario y asesino.